¿Qué es el hogar? What is home? Was ist Zuhause? O que é casa? Me gusta la pregunta en esos idiomas. Creo que la palabra hogar es la primera que aprendí en cada uno de ellos.
«Hogar», etimológicamente, lo racionalicé cuando empecé a estudiar inglés. En español, mi lengua nativa, hogar y casa empiezan por letras distintas, entonces el riesgo de confundirlos es menor. En inglés, home y house empiezan por «H», por lo que el riesgo de confusión es mayor. «Casa es house, es el lugar físico», me enseñó algún profesor, y «hogar es donde están los recuerdos, las experiencias y el sentido de pertenencia», concluyó.

Últimamente me he cuestionado sobre el hogar, mi hogar, en pasado, presente y futuro. Siento que, para mí, no hay hogar sin casa. No home without house. Kein Zuhause ohne Haus. Não há lar sem casa.
Hace algunos años, una amiga, que es de las personas más espirituales que conozco, me invitó por primera vez a su casa. A pesar de que ella vivía en un hotel con sus padres, su espacio se convirtió en uno de los más fascinantes y eclécticos que he visto. Me dijo que era de las pocas personas que conocía su espacio. Me sentí afortunada porque fui a su casa y vi su hogar.
No poseo un lugar propio. Creo que lo quiero tener dentro de algunos años. Algo que pueda poseer y declarar como mío. Quizás no me gusta rentar porque fui criada por personas que promovían la adquisición de bienes porque «ese es nuestro único patrimonio». También puede ser porque detesto pedir permiso para tomar decisiones en un espacio en el que vivo, como si pintarlo o tener mascotas.
Nunca he tenido un lugar propio. De pronto sí, si contamos el segundo grado de consanguiniedad. Pero eso no lo haría tan propio. Por eso siempre he deseado tener ese lugar propio, un nido donde echar algunas raíces, aunque mi trabajo me obligue a dejarlo de vez en cuando, aunque mi estilo de vida me obligue a migrar nuevamente y a venderlo. No sé dónde lo quiero, no sé qué tamaño quiero que sea. ¿Una parcela o un apartamento? ¿América del Sur o Europa? Quién sabe. Cuando investigo al respecto, me pregunto lo siguiente: ¿Por qué no hay reflexiones más profundas sobre el arte de comprar una propiedad, desde lo religioso o filosófico?
Retomemos, ¿qué es el hogar? Quizás sí sea el espacio físico al que llegas cuando has estado fuera de él tanto tiempo. Quizás es donde descubres qué tan desinhibido puedes ser. Quizás es donde te curas las heridas de la guerra que afrontas al vivir. Quizás sea algo más vanidoso y trivial, como dónde colocar la decoración que deseas y establecer el rol de cada habitación. Pero también es algo que va más allá de lo físico: ¿una experiencia de paz absoluta? ¿Una experiencia espiritual? ¿Una experiencia metafísica?
Aunque lo material parezca banal, es un recordatorio de lo que se experimenta. Por algo las personas buscan a dios en iglesias o paisajes, no solo en sus pensamientos. Necesitamos un espacio, aunque sea temporal, para que la experiencia de hogar sea completamente posible.
Para mí, hogar es la felicidad de mis perros al verme, cómo rasgan mis piernas con sus garras y cómo duermen conmigo en cualquier lugar. Hogar es el patio y la terraza de las casas de familiares, donde las risas y los alaridos son la mejor decoración. Hogar es el amor de los amigos y de tu pareja, quienes hacen que cualquier cuchitril se sienta como las mansiones majestuosas que muestran en Architectural Digest.
Cuando alguien me dice que le gusta estar en mi casa y me explica las razones, reafirmo que no hay hogar sin casa. De nuevo, al menos para mí. Mi mesa ha sido testigo de confesiones y comidas calientes, mi sofá el espacio idóneo para «descomprimir el alma» o para una buena siesta y mi habitación un espacio seguro para leer o descansar.
No tengo una casa propia, pero aspiro a que, donde quiera que esté, por más pequeño o básico que parezca, quien entre por la puerta sienta que es parte del hogar. Pero también, que yo sienta que es mi hogar. Quizás las casas temporales en las que estaré por mucho tiempo sean episodios de la serie «Bienvenido a mi hogar».
Y para ti, ¿qué es hogar?
Un abrazo,
Emy
En los oídos mientras escribía:
Hermoso texto sobre el hogar que también es la casa. Ese lugar que me encierra y me protege. Me recuerda esa frase que dice como : El olor del hogar. Cada casa tiene su propio olor. Hace un tiempo empecé a trabajar el tema del hogar. De la casa. Con mis dibujos. Porque así como tú, también tuve muchos hogares y estuve en muchas cosas. En el proceso de desarrollo de la obra me encontré con el “Genius Locci”. El espíritu protector del hogar. Y pienso que uno lleva su casa a donde va. Cuando nos vamos de viaje por tiempos cortos o indefinidos, llevamos en la maleta algo que poner en nuestro nuevo hogar. Algunos llevan la foto de familia. La cobija de la infancia. Un peluche. Y pienso que el hogar lo llevamos a donde vamos. Cada barrio donde he vivido tiene su Genius Locci. En cada casa construimos nuestro Genius Locci.
“ Si entras en esta casa… no salgas. Si sales de esta casa no vuelvas. Si pasas por esta casa, no pienses. Si miras en esta casa no plantes plegarias “ texto de la Araucaína.
Leí también que cada ser, cada lugar tiene su Genius Locci. Su espíritu guardián. El cual le da vida a la gente y a los lugares. La casa, el hogar es mi rincón de intimidad. Le damos identidad a ese lugar que nos cubre.
Qué bonito se siente cuando alguien siente, piensa y reflexiona sobre lo que yo he pensado y reflexionado.